Durante el proceso de conservación-restauración, es necesario realizar una documentación previa del estado de conservación, de todos los procesos que se llevan a cabo y del estado final después de la intervención.
Por esta razón, realizamos mapas gráficos a partir de fotografías, donde se sitúan todas las degradaciones y patologías de los bienes culturales intervenidos para tener constancia de ellas una vez tratados en los procesos de conservación-restauración.